La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) ha hecho un anuncio notable que podría alterar la relación entre la banca tradicional y las criptomonedas. El reciente giro en la historia es que los bancos ahora pueden participar en actividades relacionadas con criptomonedas sin aprobación previa. Analicemos lo que esto realmente significa para la industria.
¿Cuáles son las nuevas reglas del OCC para los bancos respecto a las criptomonedas?
El reciente movimiento de la OCC se resume en la Carta Interpretativa 1183, que fue publicada el 7 de marzo. Esto da esencialmente a los bancos nacionales y asociaciones de ahorro federales luz verde para proporcionar servicios de custodia de activos criptográficos y participar en algunas actividades de stablecoin sin necesidad de aprobación previa. Al simplificar el proceso, la OCC está señalando una visión más pragmática de las criptomonedas y su posible papel en la banca.
¿Cuáles son los resultados esperados de estas nuevas reglas?
Se espera que un resultado inmediato sea una alineación más cercana entre los bancos y las empresas de criptomonedas. Con los bancos ahora capaces de incursionar en la custodia de criptomonedas, podríamos presenciar una integración más fluida de la tecnología blockchain en el sector bancario. Esto podría llevar a transacciones más rápidas y menores costos operativos.
Sin embargo, vale la pena preguntarse: ¿aumentará también el riesgo de una brecha de seguridad? Con los bancos ahora entrando en la contienda, ¿podrían sus establecidas prácticas de gestión de riesgos proporcionar un entorno más seguro para las transacciones de criptomonedas?
¿Hay riesgos y desafíos a considerar?
Los aspectos positivos son abundantes, pero no se deben descartar las posibles trampas. Las regulaciones relajadas de la OCC podrían atraer a los reguladores locales en Asia y otros lugares a adoptar posturas similares, lo que sin duda ayudaría a las startups de fintech. Pero, ¿estarán estas startups listas para todos los obstáculos de cumplimiento?
Y el cumplimiento es uno grande. Las fintechs más pequeñas podrían encontrarse en un pantano de cumplimiento debido a los estrictos requisitos de Lavado de Dinero (AML) y Conozca a su Cliente (KYC). La carga podría ser particularmente pesada para las empresas más pequeñas que ya intentan navegar un complicado paisaje regulatorio internacional.
¿Es la Operación Choke Point 2.0 aún una preocupación para los bancos?
Sí, lo es. A pesar de las nuevas reglas de la OCC, la Operación Choke Point 2.0 acecha ominosamente en el fondo, ejerciendo presión sobre los bancos para limitar la participación con industrias consideradas de alto riesgo, incluidos los activos digitales. Los bancos ahora pueden ser reacios a trabajar con empresas de criptomonedas debido al riesgo percibido de escrutinio regulatorio.
Además, el Boletín de Contabilidad del Personal de la SEC 121 ha hecho las cosas un poco más difíciles para los bancos. Requiere que las empresas que cotizan en bolsa clasifiquen los activos digitales como activos en el balance, aumentando los requisitos de capital para los bancos involucrados en criptomonedas. Esto podría sofocar la disposición de los bancos a proporcionar servicios a las empresas de criptomonedas.
¿Cómo pueden las pymes amigables con las criptomonedas navegar este nuevo paisaje?
Para las pymes amigables con las criptomonedas, especialmente en Europa, adaptarse a estas nuevas regulaciones será crucial. Comprender el marco de Mercados en Activos Cripto (MiCA) será esencial, ya que podría crear un entorno regulatorio más favorable para los proveedores de servicios de activos criptográficos.
Mantenerse al tanto de los cambios regulatorios y ser proactivo podría salvar a las pymes de quedarse atrás. Construir relaciones con organismos reguladores también podría proporcionar información útil sobre el cumplimiento.
Se deben implementar sólidas prácticas de gestión de riesgos para abordar las demandas de AML, KYC y otras regulaciones. Asociarse con bancos que ofrezcan servicios de criptomonedas también podría agregar a las capacidades operativas de estas empresas.
En resumen, las nuevas reglas de la OCC podrían llevar a una relación más integrada entre los bancos y las empresas de criptomonedas, fomentando la innovación mientras también plantea preguntas sobre la seguridad y el cumplimiento. La adaptación será clave para las pymes amigables con las criptomonedas mientras navegan este paisaje en evolución.